Respirá

Respirá, no estás solo. Es una tormenta, hubo otras, habrá nuevas. Es solo agua que viene a limpiar, viento que todo lo empuja, lo mueve, nada que no esté desde antes ahí.

Respirá de nuevo. Alrededor nada se mueve, nada falta, no existe la ausencia. Sólo sos vos que tenes los ojos cerrados. El miedo no va a estar cuando despegues.

Sos la eternidad en un instante, en este instante. Pará un poco esa locura, mirá lo que hay, descubrite. Descubrite a vos, a ese maravilloso ser que sos. Permití que la emoción suceda, ese remolino, ese dragón, también es tuyo y sólo habita adentro para ser tu maestro. Podés con eso. Nada de lo que suceda afuera existe sin vos dándole poder.

Respirá y crecé, en cada paso, en cada grito, en cada lágrima, en cada llanto desolador. Y sólo cuando no quede más nada por llorar, cuando estés tan limpio que tu sonrisa sea transparente y tus ojos brillen de sol a sol, tu luz va a superar cualquier frontera de tiempo y espacio. Recién entonces alcanzarás la trascendencia.